¿Latón o plástico? La solución que puede revolucionar tu producción

En muchas industrias, el latón ha sido un material tradicionalmente utilizado por su durabilidad y resistencia. Sin embargo, hoy en día, el plástico ya se presenta como una alternativa más rentable y versátil, incluso cuando se trata de producciones pequeñas o medianas.

Evolucionar al plástico no solo es posible en muchos casos, sino que puede resultar muy beneficioso. Sigue leyendo y descubre todas las ventajas.

Conociendo los tipos de plásticos: ¿cuál es el adecuado para tu proyecto?

5 ventajas de sustituir piezas de latón por plástico

  • Reducción de costes
    La primera ventaja está clara. Generalmente, fabricar las piezas de plástico es más económico que fabricarlas en latón, tanto en términos de material como de procesos de fabricación. Aunque tu empresa solo precise unas 500 piezas al año, cambiar al plástico puede reducir significativamente los costes de producción, lo que se traduce en una mejora directa en tus márgenes y/o competitividad.
  • Flexibilidad en el diseño
    El plástico permite una mayor flexibilidad en el diseño de las piezas. Se pueden crear formas complejas con detalles precisos que en latón serían más difíciles de lograr, además de poder integrar múltiples funciones en una sola pieza. Esto puede resultar en una menor necesidad de ensamblaje, lo que optimiza el tiempo y el coste de producción.
  • Menor peso y facilidad de manipulación
    Las piezas de plástico son mucho más ligeras que las de latón, lo que facilita su manejo y transporte. Además, esto puede ser una ventaja importante si las piezas van a ser utilizadas en aplicaciones donde el peso es un factor crítico.
  • Resistencia a la corrosión
    El plástico puede llegar a ser mucho más resistente a la corrosión que el latón, lo que aumenta la vida útil de las piezas. Este aspecto es especialmente relevante en aplicaciones en entornos húmedos o con productos expuestos a productos químicos.
  • Sostenibilidad
    A pesar de muchas creencias extendidas, el plástico es más fácil de reciclar que el latón, lo que ayuda a las empresas a cumplir con normativas medioambientales cada vez más estrictas. Además, existen plásticos biodegradables, plásticos fabricados a partir de fuentes naturales (bioplásticos), y también existe la producción a partir de material reciclado. Todo ello mejora la huella ecológica de tu empresa.

En resumen, cambiar del latón al plástico no solo es una opción viable, sino que puede ofrecer a tu empresa una ventaja competitiva. Si estás fabricando unas 500 piezas al año en latón, es hora de evaluar una posible transición al plástico para optimizar costes, calidad y, sobre todo, eficiencia. Contacta con nosotros y te ayudamos a valorar la viabilidad de tu proyecto.

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